Así lo dio a conocer la familia del insigne escritor, poeta y cultor llanero, que sucumbió luego de ardua batalla contra el COVID-19.
La eucaristía por el eterno descanso del Maestro Eduardo Mantilla Trejos, se llevará a cabo este viernes 30 de julio de 2021, a las 4:00 de la tarde, en la Catedral Santa Bárbara de Arauca.
Este medio de comunicación se une a las múltiples voces que expresan sus condolencias y lamentan el fallecimiento del Maestro Eduardo Mantilla Trejos, que tanto honor y gloria trajo para el departamento, pero que hay que decirlo, no tuvo los suficientes reconocimientos que su talento, prosa y rima merecían.
Y es que esta pérdida no solo enluta una familia raizal, sino que enluta a toda una región, a todo el llano. El Maestro Eduardo vivirá por siempre a través de sus letras, sus discursos en los diferentes simposios, en las entrevistas que nos ofreció a los medios, pero sobre todo, en los corazones de todo aquel que es buen llanero y de todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo.
Queremos destacar las palabras que su hijo Mario Mantilla Manosalva compartió, nacidas de su corazón de hijo, de ese corazón dolorido por tan irreparable pérdida:
“Hoy es el día más triste de mi vida. Partió al reino de los cielos, mi viejo, mi querido padre… Eduardo Mantilla Trejos no solo fue un llanero de cedro, un escritor y un poeta fue ante todo, un defensor de su tierra: los Llanos Orientales de Colombia y las llanuras de Venezuela. Deja un legado a las futuras generaciones de esta indómita tierra.
Mi padre luchó hasta el último aliento que tenía, porque todavía tenía pendientes un par de proyectos a los que nunca renunció. ‘Prometo terminarlos’.
Gracias papito por todas tus enseñanzas, pero sobre todo, gracias por el amor que siempre nos brindaste. Tu esposa, hijos, nietos y demás familiares te amamos por siempre y vivirás en el recuerdo y en nuestro corazón. ‘Eres el mejor abuelo del mundo’.
A todos los amigos, paisanos y conocidos de mi padre y de nuestra familia incluidos los medios de comunicación, gracias y mil gracias por todas sus bendiciones, oraciones y mensajes de sanación. No tenemos con qué pagar tanto cariño y tantas muestras de afecto y admiración.
A las familias víctimas de este flagelo del virus, que como un jinete del Apocalípsis, deja en su paso una estela de llanto y tristeza, nuestro abrazo de consuelo, porque ahora comprendemos mucho más su terrible dolor.
‘Los cuatro vientos del Llano, se han dado cita en el río, para llorar le al Arsuca, porque su hijo ha partido’. Dios los bendiga”.
Descanse en Paz, Maestro Eduardo Mantilla Trejos.